Yoga en Maha

Y   o   g   a      e   n      M   a   h   a

Yoga

 

Ciencia ancestral de autoconocimiento y unidad que trasciende la mera práctica física. En esencia, es la integración armónica de cuerpo, mente y espíritu mediante técnicas precisas (āsana, prāṇāyāma, meditación) para disolver las dualidades y conectar con la conciencia pura. Su raíz sánscrita «yuj» (unir) revela su propósito último: la unión del ser individual (jīvātman) con lo universal (paramātman).

Más que ejercicios, el Yoga es un camino de transformación que purifica los estratos físicos, energéticos y mentales, guiando al practicante hacia satya (verdad) y liberación (mokṣa). Según Patañjali, es el cese de las fluctuaciones mentales (Yoga Sutras 1.2), un estado de presencia absoluta donde se revela la naturaleza real. Combina disciplina (tapas) y entrega (īśvara-praṇidhāna), equilibrando acción y quietud.

Es arte, filosofía y ciencia vital que, desde los Vedas hasta hoy, enseña a habitar el cuerpo con consciencia, respirar con propósito y observar la mente sin apego. Su profundidad yace en la paradoja: serenarse para despertar, soltar para encontrarse.

«Yoga es la jornada del yo al Sí mismo, a través del Sí mismo» (Bhagavad Gītā).

Tzolkin

 

Es el calendario sagrado de los pueblos mayas, una matriz armónica de 260 días que refleja los ciclos del alma, la naturaleza y el cosmos. Su nombre significa “la cuenta de los días” y su estructura está compuesta por 20 sellos solares y 13 tonos galácticos, generando una combinación única para cada jornada, conocida como Kin. Más que un calendario lineal, el Tzolkin es una herramienta viva de sincronización con el tiempo natural, donde cada día porta una frecuencia energética específica que influye en nuestras emociones, pensamientos y acciones.

Este mapa cósmico es una guía para recordar quiénes somos, cuál es nuestro propósito y cómo caminar en equilibrio con la Tierra y el Universo. Cada Kin describe cualidades arquetípicas que nos invitan a encarnar virtudes, sanar memorias y despertar nuestro potencial interior. Al vivir en resonancia con el Tzolkin, accedemos a una percepción más cíclica, intuitiva y espiritual del tiempo, alineando nuestras decisiones con los ritmos del alma y de la creación.

El Tzolkin no predice el futuro: lo revela desde adentro. Es una brújula sagrada para navegar la existencia con conciencia, integrando lo personal y lo colectivo, lo humano y lo divino.

La Integración en Maha Yoga

Yoga sincronizado con el Tzolkin es una práctica integradora que une la sabiduría ancestral del yoga con la cosmovisión maya del tiempo sagrado. Esta fusión propone una experiencia consciente y evolutiva donde cada sesión de yoga se alinea con la energía del día según el Tzolkin, permitiendo que cuerpo, mente y espíritu se armonicen con los ritmos cósmicos y naturales. No es solo una secuencia de posturas, sino una vivencia ritual que convierte la esterilla en un altar de transformación diaria.

Cada Kin —la combinación única de un sello solar y un tono galáctico— guía la intención, la intensidad, las zonas del cuerpo a trabajar, el tipo de respiración, la música, los aromas y hasta el ritmo interno de la práctica. Así, el yoga deja de ser una rutina estática para convertirse en una danza viva con el tiempo sagrado, un acto de meditación en movimiento donde lo físico se vuelve espiritual y lo espiritual se enraíza en lo físico.

Esta propuesta innovadora abre un portal para recordar que el tiempo no es lineal ni externo, sino cíclico, sutil y presente en cada célula. Practicar yoga sincronizado con el Tzolkin es sintonizarse con el alma del día, cultivar presencia significativa y despertar nuestra conciencia cósmica desde el cuerpo, en comunión con la Tierra y el Universo.

Hatha Yoga

MahaYoga+Mallorca+Palma+Yoga+1116
Estilo tradicional que busca el equilibrio entre cuerpo y mente a través de posturas (asanas), técnicas de respiración (pranayama) y meditación. Es una práctica pausada, ideal para quienes inician en el yoga o desean profundizar en la alineación y la conciencia corporal. En Hatha, cada postura se mantiene durante varios ciclos de respiración, permitiendo sentir la energía sutil y observar el cuerpo con atención. Su enfoque es restaurativo y meditativo, promoviendo fuerza, flexibilidad y calma mental. Es el fundamento de muchos estilos modernos, y su objetivo es armonizar las polaridades del ser: sol y luna, activo y receptivo.

Hatha Flow

20230316 004038 0001
Fusiona la profundidad del Hatha tradicional con la fluidez del movimiento consciente. Es una práctica moderada donde las posturas se enlazan de manera suave y rítmica, guiadas por la respiración. A diferencia del Vinyasa, no busca velocidad ni intensidad, sino continuidad y presencia. Permite explorar el cuerpo en movimiento mientras se mantiene el enfoque interior. Ideal para quienes buscan una práctica en acción sin perder la esencia clásica del yoga. Hatha Flow es equilibrado: trabaja fuerza, movilidad, respiración y concentración, y permite transitar entre el esfuerzo activo y la pausa contemplativa, generando una experiencia completa de conexión mente-cuerpo.

Vinyasa

MahaYoga+Mallorca+Palma+Yoga+1113
Es un estilo dinámico que sincroniza el movimiento con la respiración en secuencias fluidas. Cada inhalación y exhalación marcan el ritmo para transiciones suaves entre asanas. Es una práctica creativa y adaptable que ofrece variedad y desafío físico, cultivando fuerza, flexibilidad y atención plena. Vinyasa es ideal para quienes disfrutan del movimiento continuo y la expresión corporal. Aunque puede ser vigorosa, también promueve la concentración en movimiento al enfocar la mente en el flujo respiratorio. Las secuencias pueden variar según el maestro o la intención del día, haciendo de cada clase una experiencia única y profundamente revitalizante.

Power Yoga

MahaYoga+Mallorca+Palma+Yoga+1115
Versión moderna y vigorosa del yoga, basada en el Ashtanga, diseñada para generar calor, fuerza muscular y energía sostenida. Es intensa y atlética, con secuencias fluidas que trabajan todo el cuerpo, desarrollando fuerza funcional, resistencia y enfoque mental. El ritmo es dinámico, con pocas pausas entre posturas, desafiando tanto la mente como el cuerpo. Ideal para personas activas que buscan un entrenamiento físico completo dentro de una práctica espiritual. Aunque puede ser exigente, Power Yoga también cultiva disciplina interior, autoconfianza y vitalidad. Es una práctica de empoderamiento físico, emocional y mental.

Yin Yoga

MahaYoga+Mallorca+Palma+Yoga+1117
Práctica suave e introspectiva que trabaja los tejidos profundos del cuerpo, como fascias, ligamentos y articulaciones. Las posturas se mantienen pasivamente durante varios minutos, permitiendo una apertura lenta y profunda. Es un estilo restaurativo, ideal para equilibrar la energía activa (yang) del día a día, y fomentar la quietud, la paciencia y la escucha interior. Yin estimula los canales energéticos (meridianos) del cuerpo según la medicina china, ayudando a liberar bloqueos físicos y emocionales. Más que esfuerzo físico, Yin Yoga es una meditación corporal que ofrece espacio para soltar tensiones, cultivar la presencia y habitar el silencio.

Meditación

MahaYogaMallorcaPalmaYoga195 1
Es un práctica milenaria de atención plena y observación interior que permite al practicante cultivar la presencia, calmar la mente y conectar con su esencia. A través de técnicas como la respiración consciente, la repetición de mantras o la contemplación, la meditación facilita la liberación del estrés, el reconocimiento de los pensamientos sin identificarse con ellos y el desarrollo de una conciencia expandida. No busca vaciar la mente, sino habitarla con claridad y equilibrio. Es una herramienta poderosa para el autoconocimiento, la regulación emocional y el despertar espiritual, accesible a todos y adaptable a cualquier momento del día.

Recomendaciones para antes de la práctica

Llegar con tiempo y desconéctate del exterior

Dedica 5-10 minutos para llegar temprano y desconectar de dispositivos, agendas y ruido mental. Este espacio previo permite transitar del «modo hacer» al «modo ser», sintonizando con el presente. La desconexión externa facilita la conexión interna, preparando el sistema nervioso para la práctica. Respira profundamente y observa tu estado sin juicio, creando un puente consciente entre el mundo cotidiano y el espacio sagrado del yoga.

Evitar comer justo antes

El yoga se practica mejor con el estómago ligero. Espera 2-3 horas después de una comida pesada o 1 hora tras un snack ligero. La digestión consume energía (prāṇa) que el cuerpo necesita para las asanas y la concentración. Si necesitas combustible, opta por frutas o infusiones templadas. Esta pausa digestiva favorece la libertad de movimiento, evita molestias y permite una respiración diafragmática profunda durante la práctica.

Prepara tu espacio físico y energético

Ordena el lugar, limpia el aire (con palo santo, incienso o ventilación) y coloca objetos que inspiren (velas, cristales, imágenes). Este ritual no es decorativo: activa la memoria celular de que ese rincón es un templo. Barre energéticamente con las manos o un plumero imaginario, visualizando cómo disuelves cargas ajenas. La preparación del espacio es el primer acto de svādhyāya (autoestudio).

Establece una intención clara

Antes de comenzar, pregunta: «¿Para qué practico hoy?». Una intención (sankalpa) puede ser un verbo (soltar, recibir, honrar) o una cualidad (gratitud, paciencia). Si trabajas con el Tzolkin, alinéala con el kin del día. Esta semilla mental guiará tu práctica más allá de lo físico, conectando acciones con propósito. Las intenciones claras transforman el yoga en meditación en movimiento.

Ropa, esterilla y props

Usa prendas cómodas que no restrinjan la respiración ni el flujo sanguíneo (evita elásticos ajustados). La esterilla debe ser antideslizante y los props (bloques, cinturón) accesibles. Este cuidado no es superficial: la ropa holgada facilita la expansión energética, y los materiales adecuados previenen distracciones. Si tu práctica es dinámica, prueba tejidos transpirables; si es restaurativa, abrígate con capas. Cada detalle es un acto de ahimsa (no violencia) hacia tu cuerpo.

Recomendaciones para después de la práctica

Quédate unos minutos en quietud

Permanece en Savasana o sentado en silencio 5-10 minutos. Este período es crucial para integrar los efectos físicos (liberación de miofascia), energéticos (equilibrio de prāṇa) y mentales (claridad). No lo saltes: es cuando el sistema nervioso asimila los beneficios. Si el tiempo apremia, reduce las asanas, no este espacio. La quietud post-practica es el barro donde se cocina la transformación.

Hidrátate con atención plena

Bebe agua a temperatura ambiente o infusiones (jengibre, manzanilla) sorbo a sorbo, sintiendo cómo hidrata cada célula. Evita líquidos fríos que contraen los tejidos recién expandidos. Si la práctica fue intensa, añade una pizca de sal rosada o electrolitos naturales. Esta hidratación consciente es un ritual de recepción: el cuerpo, tras liberar toxinas, está listo para absorber nutrientes y memorizar el estado de equilibrio alcanzado.

Registra tu experiencia

Anota en un diario sensaciones físicas, emociones o insights («hoy mi cadera izquierda liberó tristeza»). Si usas el Tzolkin, relaciona lo vivido con el kin del día. Este registro no es anecdótico: crea un mapa de tu evolución, revelando patrones corporales y mentales. Escribe sin filtros, incluso si es una palabra. La escritura post-yoga es karma yoga: acción dedicada a la autocomprensión.

Agradece tu práctica y tu cuerpo

Lleva las manos al corazón (Anjali Mudra) y agradece en voz alta o mentalmente. Honra tu cuerpo por su esfuerzo, tu mente por su enfoque y la tradición que sostiene esta sabiduría. Si trabajas con el Tzolkin, agradece al sello y tono del día. Este cierre de santosha (contentamiento) fija los beneficios en tu campo energético y evita que la práctica se vuelva mecánica. La gratitud es el puente entre el yoga y la vida.

Lleva el yoga a tu vida diaria

Extiende el estado meditativo más allá de la esterilla: camina consciente, escucha activamente o come con atención plena. Si el kin del día es Guerrero, aplica su determinación en desafíos cotidianos. El yoga no termina al doblar la esterilla; es una lente para percibir la vida. Practica yama/niyama (ética yogui) en relaciones y decisiones. Así, cada acto se vuelve karma yoga: acción alineada con conciencia unitaria.

Yoga Maha

Yoga

Ciencia ancestral de autoconocimiento y unidad que trasciende la mera práctica física. En esencia, es la integración armónica de cuerpo, mente y espíritu mediante técnicas precisas (āsana, prāṇāyāma, meditación) para disolver las dualidades y conectar con la conciencia pura. Su raíz sánscrita «yuj» (unir) revela su propósito último: la unión del ser individual (jīvātman) con lo universal (paramātman).

Más que ejercicios, el Yoga es un camino de transformación que purifica los estratos físicos, energéticos y mentales, guiando al practicante hacia satya (verdad) y liberación (mokṣa). Según Patañjali, es el cese de las fluctuaciones mentales (Yoga Sutras 1.2), un estado de presencia absoluta donde se revela la naturaleza real. Combina disciplina (tapas) y entrega (īśvara-praṇidhāna), equilibrando acción y quietud.

Es arte, filosofía y ciencia vital que, desde los Vedas hasta hoy, enseña a habitar el cuerpo con consciencia, respirar con propósito y observar la mente sin apego. Su profundidad yace en la paradoja: serenarse para despertar, soltar para encontrarse.

«Yoga es la jornada del yo al Sí mismo, a través del Sí mismo» (Bhagavad Gītā).

Tzolkin

Es el calendario sagrado de los pueblos mayas, una matriz armónica de 260 días que refleja los ciclos del alma, la naturaleza y el cosmos. Su nombre significa “la cuenta de los días” y su estructura está compuesta por 20 sellos solares y 13 tonos galácticos, generando una combinación única para cada jornada, conocida como Kin. Más que un calendario lineal, el Tzolkin es una herramienta viva de sincronización con el tiempo natural, donde cada día porta una frecuencia energética específica que influye en nuestras emociones, pensamientos y acciones.

Este mapa cósmico es una guía para recordar quiénes somos, cuál es nuestro propósito y cómo caminar en equilibrio con la Tierra y el Universo. Cada Kin describe cualidades arquetípicas que nos invitan a encarnar virtudes, sanar memorias y despertar nuestro potencial interior. Al vivir en resonancia con el Tzolkin, accedemos a una percepción más cíclica, intuitiva y espiritual del tiempo, alineando nuestras decisiones con los ritmos del alma y de la creación.

El Tzolkin no predice el futuro: lo revela desde adentro. Es una brújula sagrada para navegar la existencia con conciencia, integrando lo personal y lo colectivo, lo humano y lo divino.

La Integración en Maha Yoga

Yoga sincronizado con el Tzolkin es una práctica integradora que une la sabiduría ancestral del yoga con la cosmovisión maya del tiempo sagrado. Esta fusión propone una experiencia consciente y evolutiva donde cada sesión de yoga se alinea con la energía del día según el Tzolkin, permitiendo que cuerpo, mente y espíritu se armonicen con los ritmos cósmicos y naturales. No es solo una secuencia de posturas, sino una vivencia ritual que convierte la esterilla en un altar de transformación diaria.

Cada Kin —la combinación única de un sello solar y un tono galáctico— guía la intención, la intensidad, las zonas del cuerpo a trabajar, el tipo de respiración, la música, los aromas y hasta el ritmo interno de la práctica. Así, el yoga deja de ser una rutina estática para convertirse en una danza viva con el tiempo sagrado, un acto de meditación en movimiento donde lo físico se vuelve espiritual y lo espiritual se enraíza en lo físico.

Esta propuesta innovadora abre un portal para recordar que el tiempo no es lineal ni externo, sino cíclico, sutil y presente en cada célula. Practicar yoga sincronizado con el Tzolkin es sintonizarse con el alma del día, cultivar presencia significativa y despertar nuestra conciencia cósmica desde el cuerpo, en comunión con la Tierra y el Universo.

Hatha Yoga

MahaYoga+Mallorca+Palma+Yoga+1116
Estilo tradicional que busca el equilibrio entre cuerpo y mente a través de posturas (asanas), técnicas de respiración (pranayama) y meditación. Es una práctica pausada, ideal para quienes inician en el yoga o desean profundizar en la alineación y la conciencia corporal. En Hatha, cada postura se mantiene durante varios ciclos de respiración, permitiendo sentir la energía sutil y observar el cuerpo con atención. Su enfoque es restaurativo y meditativo, promoviendo fuerza, flexibilidad y calma mental. Es el fundamento de muchos estilos modernos, y su objetivo es armonizar las polaridades del ser: sol y luna, activo y receptivo.

Hatha Flow

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Fusiona la profundidad del Hatha tradicional con la fluidez del movimiento consciente. Es una práctica moderada donde las posturas se enlazan de manera suave y rítmica, guiadas por la respiración. A diferencia del Vinyasa, no busca velocidad ni intensidad, sino continuidad y presencia. Permite explorar el cuerpo en movimiento mientras se mantiene el enfoque interior. Ideal para quienes buscan una práctica en acción sin perder la esencia clásica del yoga. Hatha Flow es equilibrado: trabaja fuerza, movilidad, respiración y concentración, y permite transitar entre el esfuerzo activo y la pausa contemplativa, generando una experiencia completa de conexión mente-cuerpo.

Vinyasa

MahaYoga+Mallorca+Palma+Yoga+1113
Estilo dinámico que sincroniza el movimiento con la respiración en secuencias fluidas. Cada inhalación y exhalación marcan el ritmo para transiciones suaves entre asanas. Es una práctica creativa y adaptable que ofrece variedad y desafío físico, cultivando fuerza, flexibilidad y atención plena. Vinyasa es ideal para quienes disfrutan del movimiento continuo y la expresión corporal. Aunque puede ser vigorosa, también promueve la concentración en movimiento al enfocar la mente en el flujo respiratorio. Las secuencias pueden variar según el maestro o la intención del día, haciendo de cada clase una experiencia única y profundamente revitalizante.

Power Yoga

MahaYoga+Mallorca+Palma+Yoga+1115
Versión moderna y vigorosa del yoga, basada en el Ashtanga, diseñada para generar calor, fuerza muscular y energía sostenida. Es intensa y atlética, con secuencias fluidas que trabajan todo el cuerpo, desarrollando fuerza funcional, resistencia y enfoque mental. El ritmo es dinámico, con pocas pausas entre posturas, desafiando tanto la mente como el cuerpo. Ideal para personas activas que buscan un entrenamiento físico completo dentro de una práctica espiritual. Aunque puede ser exigente, Power Yoga también cultiva disciplina interior, autoconfianza y vitalidad. Es una práctica de empoderamiento físico, emocional y mental.

Yin Yoga

MahaYoga+Mallorca+Palma+Yoga+1117
Práctica suave e introspectiva que trabaja los tejidos profundos del cuerpo, como fascias, ligamentos y articulaciones. Las posturas se mantienen pasivamente durante varios minutos, permitiendo una apertura lenta y profunda. Es un estilo restaurativo, ideal para equilibrar la energía activa (yang) del día a día, y fomentar la quietud, la paciencia y la escucha interior. Yin estimula los canales energéticos (meridianos) del cuerpo según la medicina china, ayudando a liberar bloqueos físicos y emocionales. Más que esfuerzo físico, Yin Yoga es una meditación corporal que ofrece espacio para soltar tensiones, cultivar la presencia y habitar el silencio.

Meditación

MahaYogaMallorcaPalmaYoga195 1
Es una práctica milenaria de atención plena y observación interior que permite al practicante cultivar la presencia, calmar la mente y conectar con su esencia. A través de técnicas como la respiración consciente, la repetición de mantras o la contemplación, la meditación facilita la liberación del estrés, el reconocimiento de los pensamientos sin identificarse con ellos y el desarrollo de una conciencia expandida. No busca vaciar la mente, sino habitarla con claridad y equilibrio. Es una herramienta poderosa para el autoconocimiento, la regulación emocional y el despertar espiritual, accesible a todos y adaptable a cualquier momento del día.

Recomendaciones para antes de la práctica

Llegar con tiempo y desconéctate del exterior

Dedica 5-10 minutos para llegar temprano y desconectar de dispositivos, agendas y ruido mental. Este espacio previo permite transitar del «modo hacer» al «modo ser», sintonizando con el presente. La desconexión externa facilita la conexión interna, preparando el sistema nervioso para la práctica. Respira profundamente y observa tu estado sin juicio, creando un puente consciente entre el mundo cotidiano y el espacio sagrado del yoga.

Evitar comer justo antes

El yoga se practica mejor con el estómago ligero. Espera 2-3 horas después de una comida pesada o 1 hora tras un snack ligero. La digestión consume energía (prāṇa) que el cuerpo necesita para las asanas y la concentración. Si necesitas combustible, opta por frutas o infusiones templadas. Esta pausa digestiva favorece la libertad de movimiento, evita molestias y permite una respiración diafragmática profunda durante la práctica.

Prepara tu espacio físico y energético

Ordena el lugar, limpia el aire (con palo santo, incienso o ventilación) y coloca objetos que inspiren (velas, cristales, imágenes). Este ritual no es decorativo: activa la memoria celular de que ese rincón es un templo. Barre energéticamente con las manos o un plumero imaginario, visualizando cómo disuelves cargas ajenas. La preparación del espacio es el primer acto de svādhyāya (autoestudio).

Establece una intención clara

Antes de comenzar, pregunta: «¿Para qué practico hoy?». Una intención (sankalpa) puede ser un verbo (soltar, recibir, honrar) o una cualidad (gratitud, paciencia). Si trabajas con el Tzolkin, alinéala con el kin del día. Esta semilla mental guiará tu práctica más allá de lo físico, conectando acciones con propósito. Las intenciones claras transforman el yoga en meditación en movimiento.

Ropa, esterilla y props

Usa prendas cómodas que no restrinjan la respiración ni el flujo sanguíneo (evita elásticos ajustados). La esterilla debe ser antideslizante y los props (bloques, cinturón) accesibles. Este cuidado no es superficial: la ropa holgada facilita la expansión energética, y los materiales adecuados previenen distracciones. Si tu práctica es dinámica, prueba tejidos transpirables; si es restaurativa, abrígate con capas. Cada detalle es un acto de ahimsa (no violencia) hacia tu cuerpo.

Recomendaciones para después de la práctica

Quédate unos minutos en quietud

Permanece en Savasana o sentado en silencio 5-10 minutos. Este período es crucial para integrar los efectos físicos (liberación de miofascia), energéticos (equilibrio de prāṇa) y mentales (claritad). No lo saltes: es cuando el sistema nervioso asimila los beneficios. Si el tiempo apremia, reduce las asanas, no este espacio. La quietud post-practica es el barro donde se cocina la transformación.

Hidrátate con atención plena

Bebe agua a temperatura ambiente o infusiones (jengibre, manzanilla) sorbo a sorbo, sintiendo cómo hidrata cada célula. Evita líquidos fríos que contraen los tejidos recién expandidos. Si la práctica fue intensa, añade una pizca de sal rosada o electrolitos naturales. Esta hidratación consciente es un ritual de recepción: el cuerpo, tras liberar toxinas, está listo para absorber nutrientes y memorizar el estado de equilibrio alcanzado.

Registra tu experiencia

Anota en un diario sensaciones físicas, emociones o insights («hoy mi cadera izquierda liberó tristeza»). Si usas el Tzolkin, relaciona lo vivido con el kin del día. Este registro no es anecdótico: crea un mapa de tu evolución, revelando patrones corporales y mentales. Escribe sin filtros, incluso si es una palabra. La escritura post-yoga es karma yoga: acción dedicada a la autocomprensión.

Agradece tu práctica y tu cuerpo

Lleva las manos al corazón (Anjali Mudra) y agradece en voz alta o mentalmente. Honra tu cuerpo por su esfuerzo, tu mente por su enfoque y la tradición que sostiene esta sabiduría. Si trabajas con el Tzolkin, agradece al sello y tono del día. Este cierre de santosha (contentamiento) fija los beneficios en tu campo energético y evita que la práctica se vuelva mecánica. La gratitud es el puente entre el yoga y la vida.

Lleva el yoga a tu vida diaria

Extiende el estado meditativo más allá de la esterilla: camina consciente, escucha activamente o come con atención plena. Si el kin del día es Guerrero, aplica su determinación en desafíos cotidianos. El yoga no termina al doblar la esterilla; es una lente para percibir la vida. Practica yama/niyama (ética yogui) en relaciones y decisiones. Así, cada acto se vuelve karma yoga: acción alineada con conciencia unitaria.