Samadhi

S   a   m   a   d   h   i

MahaYogaSamadhi

Así como la concentración, cuando suficientemente aguda, conduce a la absorción de la meditación, así también, cuando todos los «torbellinos» o «flotaciones» de la ordinaria consciencia despierta son perfectamente contenidos por la práctica de la meditación, sobreviene el estado de éxtasis (samadhi). Así que, la concentración, la meditación y el éxtasis son fases de un proceso continuo de desconstrucción o unificación de la mente. Cuando ese proceso transcurre teniendo por base el mismo objeto interiorizado, Patanjali lo llama «constricción» (samyama).

El estado estático, siendo el auge de un proceso arduo y prolongado de disciplina mental, es dificilísimo de definir o describir, aunque esa definición o descripción sea crucial para la perfecta comprensión del Yoga.

Aunque sea posible definir formalmente el samadhi, no hay cantidad de descripciones capaz de transmitir por completo la naturaleza de ese estado extraordinario, que no hay paralelo algún en nuestra vida cotidiana. Su elemento más importante es, sin duda alguna, la «sensación» de fusión completa entre el sujeto y el objeto: la consciencia del yoguin asume la naturaleza del objeto contemplado. Esa identificación es acompañada de un estado de pleno despertar, un sentimiento de felicidad o una sensación de pura existencia, dependiendo del nivel de unificación extática.

«El yoga es el arte unificador de transformar el dharma en acción, ya sea a través de pensamiento inspirado, nutrir adecuadamente a nuestros hijos, una pintura, amabilidad o un acto de paz que siempre mueve la humanidad hacia delante.»

— Micheline Berry

Samadhi

MahaYogaSamadhi

Así como la concentración, cuando suficientemente aguda, conduce a la absorción de la meditación, así también, cuando todos los «torbellinos» o «flotaciones» de la ordinaria consciencia despierta son perfectamente contenidos por la práctica de la meditación, sobreviene el estado de éxtasis (samadhi). Así que, la concentración, la meditación y el éxtasis son fases de un proceso continuo de desconstrucción o unificación de la mente. Cuando ese proceso transcurre teniendo por base el mismo objeto interiorizado, Patanjali lo llama «constricción» (samyama).

El estado estático, siendo el auge de un proceso arduo y prolongado de disciplina mental, es dificilísimo de definir o describir, aunque esa definición o descripción sea crucial para la perfecta comprensión del Yoga.

Aunque sea posible definir formalmente el samadhi, no hay cantidad de descripciones capaz de transmitir por completo la naturaleza de ese estado extraordinario, que no hay paralelo algún en nuestra vida cotidiana. Su elemento más importante es, sin duda alguna, la «sensación» de fusión completa entre el sujeto y el objeto: la consciencia del yoguin asume la naturaleza del objeto contemplado. Esa identificación es acompañada de un estado de pleno despertar, un sentimiento de felicidad o una sensación de pura existencia, dependiendo del nivel de unificación extática.

«El yoga es el arte unificador de transformar el dharma en acción, ya sea a través de pensamiento inspirado, nutrir adecuadamente a nuestros hijos, una pintura, amabilidad o un acto de paz que siempre mueve la humanidad hacia delante.»

— Micheline Berry