Pranayama

P   r   a   n   a   y   a   m   a

MahaYogaMeditacion2

«La odisea del Yoga es toda ella un juego de la fuerza pránica.» Esa cita explicita la importancia crucial del prana, fuerza vital, en el proceso del Yoga. Cuando los yoguins se tornan suficientemente conscientes de su ambiente interior y ya no se dejan distraerse por las tensiones musculares y estímulos externos, empiezan a percibir cada vez más la fuerza vital en sus circuitos por el cuerpo. Es siguiente paso es energizar el continuo interior a través de la práctica de pranayama.

La técnica del pranayama («extensión del prana«) es la manera más evidente por la cual los yoguins buscan influenciar el campo bioenergético del cuerpo. La idea de bioenergía se encuentra en muchas culturas: los chinos la llaman de chi, los polinesios de mana, los amerindios de orenda, los investigadores modernos de bioplasma. Independientemente lo que sea el prana, es un hecho que el practicante de Yoga puede percibir por sí mismo.

A través del control de la respiración asociado a la concentración, la fuerza vital del cuerpo-mente puede ser estimulada y dirigida. En general, es dirigida hacia la cabeza o, más precisamente, para los centros energéticos del cerebro. De cualquier modo, el prana es el vehículo de la ascensión de la atención en el eje del cuerpo hasta llegar al cerebro. Mientras que la respiración o fuerza vital sube por el cuerpo, la atención también sube y va produciendo experiencias cada vez más sutiles. En la etapa final de ese proceso, la energía pránica es conducida para el centro psico energético (chakra) mas elevado, situado en lo alto de la cabeza. Cuando el prâna y la atención se fijan en ese punto, la calidad de la consciencia puede cambiar radicalmente, llegando al estado de éxtasis (samadhi).

«El yoga es una luz, que una vez encendida, nunca se apagará. Cuanto mejor sea la práctica, más brillante la llama.»

— B.K.S. Iyengar

Pranayama

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«La odisea del Yoga es toda ella un juego de la fuerza pránica.» Esa cita explicita la importancia crucial del prana, fuerza vital, en el proceso del Yoga. Cuando los yoguins se tornan suficientemente conscientes de su ambiente interior y ya no se dejan distraerse por las tensiones musculares y estímulos externos, empiezan a percibir cada vez más la fuerza vital en sus circuitos por el cuerpo. Es siguiente paso es energizar el continuo interior a través de la práctica de pranayama.

La técnica del pranayama («extensión del prana«) es la manera más evidente por la cual los yoguins buscan influenciar el campo bioenergético del cuerpo. La idea de bioenergía se encuentra en muchas culturas: los chinos la llaman de chi, los polinesios de mana, los amerindios de orenda, los investigadores modernos de bioplasma. Independientemente lo que sea el prana, es un hecho que el practicante de Yoga puede percibir por sí mismo.

A través del control de la respiración asociado a la concentración, la fuerza vital del cuerpo-mente puede ser estimulada y dirigida. En general, es dirigida hacia la cabeza o, más precisamente, para los centros energéticos del cerebro. De cualquier modo, el prana es el vehículo de la ascensión de la atención en el eje del cuerpo hasta llegar al cerebro. Mientras que la respiración o fuerza vital sube por el cuerpo, la atención también sube y va produciendo experiencias cada vez más sutiles. En la etapa final de ese proceso, la energía pránica es conducida para el centro psico energético (chakra) mas elevado, situado en lo alto de la cabeza. Cuando el prâna y la atención se fijan en ese punto, la calidad de la consciencia puede cambiar radicalmente, llegando al estado de éxtasis (samadhi).

«El yoga es una luz, que una vez encendida, nunca se apagará. Cuanto mejor sea la práctica, más brillante la llama.»

— B.K.S. Iyengar