Dharana

D   h   a   r   a   n   a

MahaYogaCirculo

Continuación directa del proceso de inhibición sensorial, la concentración es «la contención de la mente en un estado de inmovilidad». Quinta rama del camino óctuplo, es el direccionamiento de la atención para un determinado soporte, que puede ser una parte específica del cuerpo (como un chakra) o un objeto externo que ha sido interiorizado (como el imagen de una divinidad).

El término con que Patanjali designa la concentración es dharana, derivado de la raíz dhri, que significa «sostener». Lo que queda sostenido es la atención, la cual es fijada en un objeto interiorizado. Esa atención concentrada es una forma mucho más intensa que aquellos destellos de concentración que tenemos, por ejemplo, durante el trabajo intelectual. Pero mientras la concentración ordinaria es en la mayoría de las veces un estado que gravita al rededor de la cabeza y es acompañado por una gran dosis de tensión ubicada, el dharana yogui es una experiencia que toma todo el cuerpo sin imponer tensión alguna, muscular o de otra clase, de modo que llega a alcanzar una dimensión extraordinaria de profundidad psíquica en la cual puede desarrollarse el trabajo creativo interior.

«Si no hay equilibrio entre materia y espíritu, entre vida interior y vida exterior, entre personalidad y alma, no hay Yoga.»

— Sadânanda

Dharana

MahaYogaCirculo

Continuación directa del proceso de inhibición sensorial, la concentración es «la contención de la mente en un estado de inmovilidad». Quinta rama del camino óctuplo, es el direccionamiento de la atención para un determinado soporte, que puede ser una parte específica del cuerpo (como un chakra) o un objeto externo que ha sido interiorizado (como el imagen de una divinidad).

El término con que Patanjali designa la concentración es dharana, derivado de la raíz dhri, que significa «sostener». Lo que queda sostenido es la atención, la cual es fijada en un objeto interiorizado. Esa atención concentrada es una forma mucho más intensa que aquellos destellos de concentración que tenemos, por ejemplo, durante el trabajo intelectual. Pero mientras la concentración ordinaria es en la mayoría de las veces un estado que gravita al rededor de la cabeza y es acompañado por una gran dosis de tensión ubicada, el dharana yogui es una experiencia que toma todo el cuerpo sin imponer tensión alguna, muscular o de otra clase, de modo que llega a alcanzar una dimensión extraordinaria de profundidad psíquica en la cual puede desarrollarse el trabajo creativo interior.

«Si no hay equilibrio entre materia y espíritu, entre vida interior y vida exterior, entre personalidad y alma, no hay Yoga.»

— Sadânanda